La historia sucede en una pequeña aldea del Himalaya, en India, un país donde la poligamia y la poliandria son ilegales.
Pese a ello, Sunita C se casó con los hermanos Kapil N y Pradeep N el pasado 12 de julio. Y esto generó un debate nacional.
Ellos pertenecen a la comunidad hatti, un grupo tribal indígena que vive en las áreas montañosas del norte indio.
Esta comunidad de 300.000 habitantes se extiende por 400 aldeas y debe su nombre a su antigua tradición de comerciar con cosechas, verduras y lana en los mercados locales llamados “haats”.
Aunque se les identifica como hindúes, los hattis siguen rituales matrimoniales que difieren significativamente de las ceremonias hindúes tradicionales.
Por ejemplo, es la novia quien encabeza la procesión nupcial hasta la casa del novio.
Además, las prácticas religiosas de la tribu hatti combinan el hinduismo con rituales animistas, y las deidades chamánicas locales desempeñan un papel central en sus costumbres y vida cotidiana.
Anteriormente, la comunidad hatti animaba a los hermanos a casarse con la misma esposa, presuntamente para evitar la fragmentación de la propiedad de la tierra.
La tierra cultivable es escasa y dividir la propiedad ancestral entre varios hermanos como herencia podría diluir los recursos familiares. La Constitución india permite a las comunidades tribales preservar sus costumbres, a menos que el gobierno las prohíba.
“La tradición surge de las duras realidades de la vida en la montaña, donde la preservación de los limitados recursos de la tierra era esencial”, argumentan en la tribu.
“Es nuestra identidad y un motivo de orgullo. Si las familias involucradas se sienten cómodas con ello, nadie más debería tener problemas”,
Pero la noticia del matrimonio entre Sunita C y sus esposos Kapil N y Pradeep N desató un amplio debate en las redes sociales en India. Unos piden que los dejen tranquilos, otros consideran que vulnera los derechos de las mujeres.