La arqueóloga Kathleen Martínez y el famoso descubridor del Titanic, Bob Ballard, descubrieron el paisaje sumergido cerca de las ruinas de Taposiris Magna. Se cree que es un avance crucial para resolver el misterio de 2000 años de antigüedad de la tumba de la reina Cleopatra VII de Egipto.
Durante casi dos décadas, la arqueóloga dominicana Kathleen Martínez ha liderado una misión audaz: encontrar la tumba perdida de Cleopatra, la última reina del Antiguo Egipto. Su búsqueda dio un giro emocionante con un nuevo descubrimiento submarino que podría reescribir la historia.
Martínez, Exploradora de National Geographic y figura poco convencional en el mundo académico —abogada penalista antes que arqueóloga— ha enfocado su investigación en el templo de Taposiris Magna, a unos 50 kilómetros al oeste de Alejandría. Allí, entre ruinas subterráneas y túneles inundados, ha desafiado las hipótesis tradicionales sobre el lugar de descanso final de Cleopatra.
Ahora, su equipo egipcio-dominicano ha revelado un hallazgo que podría ser clave: un antiguo puerto sumergido frente a las costas del templo. El anuncio fue hecho el 18 de septiembre de 2025 por el Ministerio de Turismo y Obras Arqueológicas de Egipto, destacando que esta estructura marina sugiere que Taposiris Magna fue mucho más que un centro religioso —también habría sido un núcleo comercial estratégico en la época ptolemaica.
“Eso hace que el templo sea realmente importante”, señala Martínez. “Reunía todas las condiciones para ser elegido como lugar de enterramiento de Cleopatra junto a Marco Antonio”.

En 2022, Martínez ya había sacudido al mundo arqueológico con el descubrimiento de un túnel de 1.300 metros bajo el templo, parcialmente sumergido, con restos de jarras de cerámica y artefactos que datan del reinado de Cleopatra. Este túnel, que se dirige hacia el mar, parece conectarse directamente con el puerto recién descubierto, lo que fortalece la hipótesis de que Cleopatra pudo haber sido enterrada allí, en un complejo subterráneo aún por revelar.
Para explorar el fondo marino, Martínez contó con el apoyo del legendario arqueólogo submarino Bob Ballard, conocido por haber descubierto los restos del Titanic. Juntos, y con un equipo de buzos y tecnología de última generación, identificaron estructuras artificiales bajo el mar, incluyendo un suelo perfectamente pulido.
“Este es uno de esos momentos en los que te sientes tan vivo”, celebró Martínez durante una escena registrada para el documental El último secreto de Cleopatra, que se estrenará el próximo 1 de octubre en Disney+. “Los buzos están abajo, ¡han descubierto un puerto!”, le dijo a Ballard por teléfono.
“Después de 2.000 años, nadie ha estado allí”, exclamó. “Somos los primeros”.
“Seguiremos buscando en tierra y bajo el agua”, afirma con determinación. “Este es el comienzo de una tarea enorme”.
Con el respaldo tecnológico del arqueólogo marino Bob Ballard, quien ha trazado un detallado mapa submarino de más de 10 kilómetros de zonas clave —incluyendo imágenes del puerto, estructuras sumergidas y la costa desaparecida— el equipo tiene previsto iniciar nuevas excavaciones a finales de septiembre, enfocándose en un punto específico: la zona conocida como “Salam 5”.
“Nadie puede decirme que Cleopatra no está en Taposiris Magna”, insiste Martínez. “Para decir eso hay que excavar toda la zona y no encontrarla”.
La arqueóloga dominicana, que ha dedicado casi 20 años de su vida a esta búsqueda, no tiene dudas. Se aferra a su hipótesis con la convicción de quien ha seguido cada pista como si de un caso sin resolver se tratara.
“No voy a parar”, asegura. “Para mí, es cuestión de tiempo
Y mientras su equipo se prepara para descender una vez más al pasado —ya sea por túneles inundados o aguas profundas— el mundo observa con expectativa. Porque si Kathleen Martínez tiene razón, estamos a punto de presenciar uno de los descubrimientos más importantes del siglo.